Recuerdos de infancia

Este fin de semana hubo una cena familiar en casa de mis abuelos, estabamos todos menos - claro - mis tios y primos que estan en el extranjero hace un par de años. Así que derepente surgió en la conversación el tema del nombre de la nueva hija de uno de mis primos que está por allá en la tierra de los canguros, nombre que mejor voy a omitir porque la verdad la verdad no es muy digno de imitar ... pero shhhhhh, silencio...secreto, secreto.. jeje.

Bueno pero eso no es el motivo de este post ... me desenfoqué pa' variar...Ya, ahora sí. Resulta que tamaña discución por el "extraño" nombre del nuevo bebé me llevó a pensar en qué nombre me gustaría ponerle a mis hijos - si es que los tengo algún día, ya que así como voy cada vez lo veo mas lejano jaja. (Ya me desenfoqué de nuevo...). Y ahí es donde empieza toda mi reflexión... Me encantaría ponerle a mi hija el nombre Catalina, lo encuentro como lindo, sencillo y me da una sensación como de pureza, felicidad, no sé ... hasta se me imagina una flor, margarita para ser más exacta...Qué manera de ser imaginativa, na' que ver una margarita con el nombre Catalina pos, pero bueno...así soy yo, que le voy a hacer.

Cuando yo era chica tenía una vecina, que luego se convirtió en mi mejor amiga de la infancia. Su nombre era Catalina... la Caty.

A la edad que me empecé a juntar con ella mis papás eran bién estrictos conmigo, no me dejaban salir a jugar a la calle con los niños, para que no me ensuciara o que se yo, porque sí no más. Pero de a poco me fuí "liberando" y mi "gurú" al respecto era la Caty. Lo pasabamos chancho, haciendo puras tonteras pero para nosotras eran lo máximo. Hacíamos de todo, desde obras de teatro en que los únicos actores eramos nosotras (y las únicas espectadoras nuestras mamás), hasta simples juegos con muñecas. Más adelante se nos sumaron nuevas vecinas con las que hacíamos aún más cosas, incluso hasta fuimos a darles un show a un hogar de ancianos de aquí cerca, hacíamos festivales de la canción (en uno de esos gané yo, jaja...y eso que canto pero es que pésimo!!), andabamos en bicicleta todo el día y vendíamos lo que pillaramos (el producto principal eran yerbas medicinales: menta, ruda y otros que sacabamos de mi patio). Y bueno, así pasó mi infancia, jugando y creciendo al lado de mi amiga, la Caty, porque a pesar de que se nos unieron más vecinas, el lazo principal era entre nosotras. Yo creo que ella fue mi primera mejor amiga...

Su historia era bién especial, vivía con la hermana y la mamá. El papá había desaparecido (según su mamá) cuando ella era chica, pero nunca nadie lo conoció. Así que su historia era como un "mito urbano". Hasta que un día, como por obra de magia, apareció. Les juró amor eterno y les pidió excusas hasta porsiacaso y la tía lo perdonó. Así es que al tiempo después la Catalina se iba con camas y petacas a un pueblito en el norte, a vivir con su papá.

Ese día lloré y lloré (para variar yo la niña sensible), sentía como se me iba mi mejor amiga y con ella mi infancia. Tenía 13 años.

Después de eso la volví a ver sólo 1 vez, y luego perdí todo contacto. En esa época no existían mails, ni nada, además no tenían teléfono y tampoco ella sabía exactamente donde iba a llegar como para darme una dirección... Alrededor de 2 años después que se fue, volvió un día a visitarme, pero era todo tan distinto, eramos como dos extrañas...habíamos entrado a otra etapa de nuestras vidas y en lugares tan distantes que habíamos perdido ese lazo que existía entre nosotras...

No sé si será por esa linda amistad que me encanta el nombre, pero la cosa es que me gusta. Así es que si algún día tengo una hija, ese será su nombre. Simple, puro, verdadero, como la amistad que algún día tuvimos. Su nombre será Catalina.